La alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet, junto a la concejala de Seguridad Ciudadana, Orlena de Miguel, ha presentado este viernes, las Unidades Integrales de Distrito (UID), conocidas popularmente como la Policía de Barrio. Este nuevo dispositivo se ha diseñado para mejorar la seguridad en los cinco distritos de la ciudad, y el acto de presentación ha tenido lugar en la explanada frente a la sede de la Junta Municipal del Distrito IV. Ha contado con la presencia de los presidentes y vicepresidentes de Distrito, así como representantes de asociaciones vecinales.
Estas nuevas unidades no solo mejorarán la vigilancia, sino que también buscan establecer un contacto más cercano y constante con los vecinos, comerciantes y asociaciones locales. Según ha explicado Piquet, el objetivo principal es que los agentes puedan «conocer de primera mano las inquietudes y necesidades de los ciudadanos, para garantizar una convivencia segura y en armonía».
Despliegue por distritos y uso de táser
Cada uno de los distritos de Alcalá de Henares contará con dos patrullas, aunque la organización variará según las características de cada zona. En el Distrito I, una patrulla recorrerá las áreas peatonales a pie, mientras que la otra se desplazará en vehículo para responder rápidamente a emergencias. En los distritos II, III, IV y V, habrá dos patrullas vehiculares, complementadas por unidades a pie en las áreas que lo requieran, basándose en estadísticas y peticiones vecinales.
Una de las principales novedades de este despliegue es el uso de dispositivos eléctricos de control táser. Una de las patrullas de cada distrito estará equipada con este dispositivo para garantizar una respuesta rápida y eficaz en situaciones que lo requieran. Las unidades no solo actuarán de forma reactiva, sino que también trabajarán en prevención, recopilando información clave sobre los problemas locales y colaborando con otras unidades policiales para implementar controles y medidas preventivas.
Prevención y proximidad, claves del nuevo modelo
La alcaldesa ha destacado que estas patrullas están comprometidas con la lucha contra la inseguridad ciudadana y, entre otras funciones, se centrarán en «controlar la venta de drogas a pequeña escala en zonas sensibles como colegios, parques y comercios, además de gestionar el tráfico en momentos clave».
Este enfoque de proximidad permitirá a los agentes mantener un contacto diario con los vecinos y comerciantes, lo que facilitará la identificación y resolución de los problemas más urgentes. De este modo, las Unidades Integrales de Distrito no solo contribuirán a una mayor seguridad, sino también a mejorar la convivencia en toda la ciudad.
La implantación de la Policía de Barrio refuerza la apuesta del Ayuntamiento por una seguridad más humana y cercana, poniendo al servicio de los ciudadanos un dispositivo más ágil, eficiente y con capacidad de respuesta rápida.